CACHARREANDO JUNTOS EN LA COCINA

Si hay algo que está claro es que hacer participar a los niños en cualquiera de nuestras rutinas de casa, refuerza los vínculos afectivos. Pero no es el único beneficio que se obtiene. Cocinar, preparar juntos los alimentos, permite, además de diversión, enseñarles a comer bien, saludablemente, servir la comida, poner la mesa, e incluso mejorar sus destrezas motoras, su vocabulario, la lectura e incluso el cálculo matemático, todo, al mismo tiempo, a la vez que refuerza su autoestima.
Por supuesto, hemos de tener paciencia, pues probablemente tardaremos más, ensuciaremos más, e incluso, al principio tendremos que deshechar parte de los alimentos porque el experimento salió mal, pero creo que pasar ese rato enseñando y aprendiendo juntos, merece la pena.

Antes de nada, hay que asegurarse de retirar los utensilios o aparatos peligrosos, y si no queda más remedio que utilizar alguno, advertir previamente de ello y enseñar su correcto uso. Es importante también que aprendan que siempre deben lavarse las manos con jabón antes de tocar cualquier alimento.

Algunos de los beneficios de cacharrear juntos en la cocina son:

1. Aumento de la autoestima en los niños, al comprobar lo que son capaces de "crear" (Claro que la visión de una colorida ensalada de frutas le subiría la autoestima a cualquiera!)

2. Desarrolla sus habilidades de organización y planificación (hacer la lista de ingredientes, localizarlos en los armarios de la cocina o en la tienda para comprarlos, seguir los pasos de una receta, discutir la importancia o no de un ingrediente que falta y su posibilidad de sustituirlo por otro...). A la vez, mejorará las destrezas matemáticas de los niños, pues ciertas recetas requieren calcular proporciones, contar cucharadas...)

3. Del mismo modo, promueve de desarrollo de habilidades lingüísticas, tales como la práctica de la lectura en los más pequeños, aprendizaje de nuevas palabras, seguir el orden de una serie de indicaciones...

4. Les yuda a los niños a entender los conceptos científicos, al observar ejemplos de congelación-descongelación, como la clara de un huevo cambia de estado y color, o procesos de fermentación  de masas.

5. Mejora las habilidades y destrezas motoras, al ejercitar sus músculos batiendo, amasando, moviendo el rodillo, haciendo pelotitas con masas...

6. La implicación el la selección de los alimentos, su preparación y cocinado, conduce a que los niños aprendan desde muy pequeños la importancia de una alimentación saludable, habito que les acompañará el resto de su vida.
Os dejo un video para que veais lo bien que nos lo hemos pasado esta mañana en la cocina: